jueves, 14 de agosto de 2008

Alimentos para estar Bella

¿Alimentos para estar bella? Si, nuestra cocina puede ser un laboratorio cosmético. Con algunos alimentos podemos preparar ungüentos para nuestra piel. Cereales, tomate, frutas, miel, son alimentos para estar bella, comiéndolos o como mascarillas.

Frutas, cereales, miel, azúcar... algunos de los alimentos que compras en el súper se han convertido en los mejores activos de la cosmética y por lo tanto pueden ayudarnos a estar mas bella. Aquí tienes la lista de los alimentos más utilizados.

La elaboración de la cosmética con alimentos se ha convertido en el nuevo punto de mira de los laboratorios más avanzados.

Los ungüentos caseros son tan antiguos como la existencia del hombre. Cleopatra y sus baños de leche de cabra forman parte de la Historia, y de ahí a los potingues que se hacían nuestras abuelas para estar mas bella no hay grandes diferencias. La elaboración de la cosmética con alimentos se ha convertido en el nuevo punto de mira de los laboratorios, que han descubierto en el tomate, la uva o el té blanco la respuesta a las necesidades de nuestra piel.

Algunos alimentos utilizados en cosmética para estar bella


-La energía de los cereales: las propiedades energéticas y nutritivas de los cereales son de sobra conocidas. Pero el trigo, por ejemplo, dispone también de proteínas vegetales, aminoácidos, vitaminas y oligoelementos que le han valido un sitio de honor entre los ingredientes de los últimos productos capilares destinados a fortalecer las fibras dañadas. El maíz ha sido otra de las incorporaciones al universo de la belleza ya que actúa contra los metales pesados generados por la polución urbana.


-Toma tomate: un 93% de esta hortaliza es agua y el secreto para introducirlo en las fórmulas cosméticas ha consistido en saber destilarla. Al ser una magnífica fuente de sales minerales (calcio, magnesio, potasio y fósforo), oligoelementos, vitaminas A (reduce los efectos negativos del exceso de sol), B y C, y ácido láctico, se ha convertido en un poderoso hidratante.


-Fruta para todos: geles de frutas del bosque, vaselinas de manzana o pera, gominas con aroma de sandía... ¿te suenan? Los olores sugestivos de la fruta no son nada extraños para los consumidores, ¿pero que hay del aprovechamiento de la fruta en sí dentro del terreno de la cosmetología? El melocotón suaviza, el arándano previene las irritaciones, el pomelo funciona como astringente... En general, los cítricos disponen de gran cantidad de vitamina C, indispensable para paliar la acción negativa de los agentes externos como la contaminación o las radiaciones.
El aguacate merece una mención aparte. El extracto oleoso que contiene la pulpa de su fruta es un gran emoliente, capaz de hidratar las pieles más secas y suavizar las irritaciones.
Miel y azúcar: el uso de la miel en el ámbito de la salud y la belleza se remonta al principio de los tiempos. Se cuenta que Popea, esposa del enloquecido emperador romano Nerón, mantenía su cutis terso y joven gracias a sus cremas de miel y leche. Al parecer, Ana de Inglaterra también la usaba para que su cabellera luciera brillante, mientras que los egipcios la empleaban para tratar los problemas de cataratas. El 80% de su composición es azúcar, mientras que el resto son aminoácidos, vitaminas y minerales. El color varía según el tipo de néctar que se haya empleado a la hora de elaborarla y cuanto más oscuro es su aspecto, mayor cantidad de minerales encontrarás. Su virtud reside en su capacidad para retener el agua, lo que facilita el proceso de hidratación y la convierte en un producto perfecto para acondicionar piel y cabello.

-Debajo del olivo: el aceite de oliva es muy útil para combatir las enfermedades cardiovasculares y según ciertos descubrimientos, como freno del desarrollo del cáncer de colon. En los laboratorios cosméticos, los huesos triturados, al igual que sucede con los de algunas frutas, se convierten en excelentes exfoliantes. Aunque lo último que se ha dado a conocer sobre el olivo es la tremenda capacidad antioxidante de sus hojas, puesto que sus componentes aseguran la correcta renovación celular.
Por otra parte, su acción súper emoliente de la que han hecho remedio común nuestros antepasados se emplea habitualmente en ungüentos caseros, añadido al champú, para aportarle brillo e hidratación extra, o tras el baño, a modo de aceite corporal.

-Respira soja: está comprobadísimo que la soja es el remedio más eficaz contra los efectos de la menopausia ya que sus fitoestrógenos suplen las carencias de estrógenos que se producen en esta etapa y entre cuyas consecuencias están los sofocos, la osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.
Debido a que las hormonas juegan un papel decisivo en el deterioro de la piel, era de esperar su inclusión entre los activos cosméticos.

-La uva: un mundo aparte. No tiene desperdicio. En sus pepitas se encuentran los taninos y un aceite rico en ácidos poliinsaturados, excelentes hidratantes; en la pulpa están las vitaminas M, grupo B, azúcares, potasio, calcio... fuente de vitalidad; en su piel, los polifenoles, otros grandes combatientes de los radicales libres.

-Regaliz: ¡que rico! De su uso ya se hablaba en las tablas de das en el año 2,000 a.C., y en los herbarios chinos de la mismo época. En la medicina oriental de hoy en día es una de las plantas más empleadas porque armoniza con otros remedios y su sabor (50 veces más dulce que el azúcar) sirve para enmascarar el gusto amargo de los otros componentes. Los occidentales lo emplearon para paliar los ardores digestivos y como protector del hígado, mientras que la cosmética ha decidido emplearlo porque en contacto con la piel produce un ácido natural de gran poder antiinflamatorio, muy adecuado para los cutis sensibles.

-Leche: máxima nutrición, es uno de los alimentos más nutritivos: contiene hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y calcio, elemento indispensable para el desarrollo y mantenimiento de los huesos. Ejerce un efecto muy beneficioso sobre la piel, dejándola suave y flexible. En cosmética se utilizan las proteínas y el suero para estimular la producción natural de colágeno, reafirmando la piel. De ella se extrae también el ácido láctico que ayuda a retener la humedad, y sus enzimas se emplean como conservante natural de las fórmulas que previenen las irritaciones cutáneas.

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